Una estrategia muy utilizada para hacer marketing viral es la creación de concursos en las redes sociales. Con ello se consigue captar nuevos seguidores, incrementar nuestra base de datos de posibles clientes y favorecer el “engagement”. Algunos concursos se basan en sortear productos entre los que participan en juegos o encuestas, pero esta es una estrategia no exenta de riesgos, como la posibilidad de que se presenten perfiles falsos o “cazaconcursos”. Los concursos sencillos se han ido usando cada vez menos, porque muchas veces se producía tanto spam y fraude entre los participantes que las campañas no conseguían fans útiles, dejando de cumplir su objetivo.
Por otra parte, con los avances tecnológicos y el incremento de ancho de banda en internet, se está produciendo un importante auge del vídeo, como elemento imprescindible dentro de la estrategia del marketing digital. Según PuroMarketing, la inversión publicitaria en vídeo móvil superará los $26M a nivel global en 2015. El vídeo es el contenido más demandado en internet, demostrando su capacidad viral porque los usuarios lo comparten con gran facilidad.
Entonces, la conclusión es muy clara. Si unimos el factor viralizante del vídeo con el gancho del concurso, tenemos ante nosotros una estrategia que no puede fallar viagra sans ordonnance suisse.
Una de las primeras marcas que integró la estrategia del vídeo viral en su campaña de marketing fue Puleva, con un concurso para creadores de vídeos basados en “Batidos Puleva”. Era requisito que los participantes estuvieran apoyados por colegios. Así se definió claramente su público objetivo, que era la población escolar, se consiguió despertar la creatividad de los propios participantes y se consiguió un altísimo “engagement” por el apoyo de las direcciones de los colegios, asociaciones de padres/madres, etc… El mensaje musical tenía mucha fuerza y fue difundido masivamente por los propios participantes en el concurso. Muy pocos niños (y padres) fueron ajenos a esta campaña, que se ha repetido varios años.
Siguiendo esta misma estrategia, y a medio camino entre la educación y la promoción publicitaria, el Ministerio de Agricultura ha desarrollado un concurso para creadores de vídeos en su promoción de la “dieta mediterránea” (http://mediterraneamos.es/). Un concurso orientado a su público objetivo, de nuevo la población escolar. Y con una inversión relativamente baja consigue convertir al consumidor en agente “evangelizador”, otorgando gran viralidad al mensaje. Es al mismo tiempo una experiencia educativa muy valorada por los propios colegios, que colaboran sin dudar, y el resultado muchas veces es de una gran calidad:
Sin duda, el vídeo es en la actualidad el elemento publicitario con mayor fuerza, y aún se puede aprovechar mucho de su potencial.
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